El 30 de septiembre, “el tío Emilio” fue, como suelo ocurrir cada vez que canal 13 emite “En su propia trampa”, trending topic en twiiter. Ese día el programa mostró al joven E.L.C (16 años), a quien el conductor Emilio Sutherland calificó como un menor de edad con un “nutrido prontuario policial” al que la estación televisiva buscaba “hacerlo vivir una situación límite para que abandone la senda del delito”.
El adolescente –quien vive en la calle- habría sido, según el mismo relató a la Defensora Penal Pública, Georgina Guevara -que lo representa en tres causas en su contra por robo- fue contactado en una comisaría por un actor luego de  haber sido llevado por Carabineros para un control de identidad. Tras ello, el profesional lo habría engañado induciéndolo a subirse a un camión para cometer un delito luego de lo cual lo habrían, como se aprecia en el video disponible del programa, encerrado en total oscuridad y contra su voluntad.
Sutherland, de hecho, hace notar en la transmisión que el niño grita y patea para que lo dejen salir cuando lleva ya más de 15 minutos en el interior del vehículo. Posteriormente, y tras hacerle creer que tuvo contacto con un fantasma, desciende del camión y es apuntado con armas aparentemente de fuego. En algún minuto de la grabación, un adulto lo sujeta por la parte posterior del cuello, mientras sostiene una pistola.
Son estas irregularidades las que motivaron a Guevara a interponer el 14 de octubre una denuncia ante la fiscalía de Puente Alto contra “En su propia trampa” por la supuesta vulneración de garantías fundamentales de E.L.C. Se trata, aclaran en la Defensoría, de investigar si se cometió el delito de sustracción de menores, estipulado en artículo 141 del Código Penal y de torturas, que es sancionado por el artículo 150 B del Código Penal. Además, el canal grabó sin autorización a la madrastra del joven, a quien se le dio a entender que estaba siendo entrevista por asistentes sociales del municipio, lo que también está sancionado en el artículo 161-A del código Penal.
DERECHOS HUMANOS
Tras la intervención de Guevara, Ximena Silva, defensora penal jefe de Puente Alto, remitió los antecedentes al Instituto Nacional de Derechos Humanos el 15 de este mes y presentó esta semana una denuncia ante Consejo Nacional de Televisión. En el primer caso, entregó el relato del joven afectado. En el segundo, Silva conminó al CNTV a sancionar al equipo de Sutherland por vulnerar, en el caso de E.L.C, la Convención sobre los Derechos del Niño.

También planteó una serie de críticas a las prácticas del programa. “El joven es grabado a la salida de una audiencia de un tribunal de justicia. Se aprecia que es rodeado y frente a las cámaras es llevado a un programa aparentemente especializado en la rehabilitación de drogas. Frente a presión de las cámaras, se le pregunta si desea cambiar y se le da la bienvenida al programa. Esta presión ejercida por el conductor, es especialmente grave, pues se vulneran las primicias básicas de una intervención especializada destinada a que un niño en situación de calle se incorpore a un programa de rehabilitación”, reza el texto.
“En la parte final del capitulo, el equipo televisivo, concurre al basural en el cual el joven, debajo de unos escombros, ha construido su vivienda. En ese lugar, y sin ningún tipo de preparación técnica, el conductor del programa, lo cuestiona sobre su decisión de seguir delinquiendo y consumiendo drogas. Gravedad aparte, es la exhibición clara del lugar en que el niño pernocta y la mención de su apodo, dejando en total evidencia su identidad para cualquier persona que viva en el sector y para adultos que deseen utilizarlo para la comisión de delitos. Lo anterior, sumado a la ya mencionada exhibición del rostro de su madrastra”, prosigue el documento al que tuvo acceso The Clinic Online.
VULNERABILIDAD
Consultada por este medio, Silva refiere que “como defensoría penal pública tenemos el deber de escuchar a nuestros representados, brindarles un trato digno, y velar porque las demás instituciones también se lo otorguen . En este caso, en particular, cobra mayor relevancia de que estamos en presencia de un niño, un adolescente vulnerable, con serios problemas, y que lo que requiere es ayuda, y no estigmatización. La Convención internacional de derechos del niño, de la cual Chile es parte, establece como un deber primordial el interés superior de niños y adolescentes, y programas como este no contribuyen en nada para su rehabilitación, sino sólo le provocan daño”.

En la misma línea, acusa que “aquí hay un aprovechamiento de la vulnerabilidad del joven. Esto jamás lo hubieran hecho con alguien de clase acomodada. Él ha sido menoscabado, estigmatizado, discriminado”.
Sobre el tenor de En su propia trampa, Silva es categórica. “Queremos evitar que este tipo de programos proliferen, porque el mensaje que se entrega es inadecuado. No corresponde que particulares se arroguen atribuciones que no le corresponden para escarmentar y reírse de personas. El joven además fue inducido a delinquir, no lo pillaron cometiendo el delito”, postula.
Este medio se contactó con el departamento de Relaciones Públicas de Canal 13 desde donde aclararon que no han recibido ninguna notificación de las denuncias y que, por lo mismo, la estación no se referirá a este tema.
Lea la presentación ante el INDH:

Lea la denuncia ante el CNTV: