martes, 22 de mayo de 2012

¿Por qué los chilenos no comemos pescado y no comeremos si se aprueba la Ley de Pesca?


anchoveta
¿A dónde fueron a parar los Pescados de todos los chilenos? El 100% de la valiosa pesca pelágica de sardinas, anchoas, y gran parte del jurel fueron capturados para ser transformados en harina de pescado para la alimentación animal de cerdos, pollos y salmones. El 99% de la pesca demersal –merluza austral, merluza común, merluza tres aletas, congrio, etc.- ha terminado a manos del Complejo Industrial de la Pesca Demersal y al igual que la Acuicultura industrial de Salmón y Trucha se encuentra destinada casi en un 100% a la exportación con precios que dejan sin acceso a la mayoría de las familias chilenas salvo a las elites.


Por Pablo Fernando González, 
Pyme Pesquero, Salazones Patagonia S.A.
Director de Anapesca.
Tomado de MundoAcuicola
Mientras los ciudadanos que viven en los países que poseen riqueza pesquera equivalente a la de Chile, son un ejemplo de consumo de productos del mar en el mundo -como es el caso de España (37 kg.) y Japón (50 kg.), las familias de Chile muestran los mismos 7 kilos de consumo per cápita desde hace 30 años, a pesar de la inmensa riqueza pesquera de nuestro país.
Lo anterior es responsabilidad de los gobiernos de turno así como de senadores. Ellos permitieron la concentración del 100% de las cuotas industriales de los principales recursos pesqueros en manos de dos grupos: el Complejo Industrial de Harina y Aceite de Pescado y Complejo Exportador de Pesca Demersal y Acuícola, más conocidos como las 7 familias. Esa concentración de la riqueza pesquera de todos los chilenos es la que dejó sin abastecimiento al mercado interno del dependían las familias chilenas.
El pescado es la base de una alimentación sana que nos puede prevenir de la pandemia de la obesidad, pero los chilenos no tenemos acceso a él. La Encuesta Nacional de Salud 2003, reveló que el 22% de la población adulta chilena es obesa, mientras que el38% presenta sobrepeso. Es decir, casi 10 millones de chilenos estamos afectados por sobrepeso. De la misma forma, y peor aún, según cifras de la Junaeb, el 18% de los escolares chilenos son obesos, lo que deja a este país entre las naciones con más niños obesos en el mundo, incluso sobre Estados Unidos, cuya población tiene severos problemas de peso, con el 16%. (http://www.umag.cl/comite_paritario/archivos/Chile_y_el_problema_de_obesidad.doc)
¿A dónde fueron a parar los Pescados de todos los chilenos? El 100% de la valiosa pesca pelágica de sardinas, anchoas, y gran parte del jurel fueron capturados para ser transformados en harina de pescado para la alimentación animal de cerdos, pollos y salmones. El 99% de la pesca demersal –merluza austral, merluza común, merluza tres aletas, congrio, etc.- ha terminado a manos del Complejo Industrial de la Pesca Demersal y al igual que la Acuicultura industrial de Salmón y Trucha se encuentra destinada casi en un 100% a la exportación con precios que dejan sin acceso a la mayoría de las familias chilenas salvo a las elites.
Los hechos muestran que en los últimos 30 años Chile ha hecho justo lo contrario de lo realizado por países como España, que han tenido como prioridad: primero, una fuerte protección e inversión de recursos públicos, para dar forma a una competitiva flota artesanal de pequeña escala o costera, que en Chile corresponde a la Flota Amarilla en extinción, para asegurar calidad, trazabilidad y sustentabilidad, a través de favorecerlos con un acceso preferente a las cuotas de pesca; y, segundo, un moderno sistema de comercialización de las capturas de la pesca artesanal que se traduce en un centenar de mercados de subastas en todo el territorio de España, abierto y transparente, que facilitan y aseguran el abastecimiento de productos del mar a las familias españolas en forma directa y a los miles de restaurantes y cientos de Pymes procesadoras que abastecen de innumerables preparaciones a su mercado interno. Estos esfuerzos los han realizado porque han llegado al convencimiento que tanto la pesca artesanal como las pymes son estratégicas e imprescindibles para sostener el consumo humano de productos del mar, asegurando con ello una mejor salud y calidad de vida a la mayoría de su población.
Mientras, en nuestro país, el Subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, está en una campaña destinada a tergiversar las razones de fondo que afectan nuestro bajo consumo de productos del mar, entre las que se cuenta que ello podría ser solucionado con Campañas de Promoción y Consorcios Público – Privado con los mismos que éste gobierno desea favorecer por otros 25 años y que gozan de la concentración total de las cuotas pesqueras, a pesar que son el principal responsable de la devastación ecológica de la mayoría de nuestros recursos pesqueros, y de ser los últimos responsables que las familias chilenas no hayan tenido acceso al consumo de pescados durante las últimas décadas, impactando gravemente la salud de casi dos tercios de la población de nuestro país.

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