Por Pilar González
“Me parece una
vergüenza que se utilicen instalaciones públicas para realizar una celebración
con ingesta de alcohol. No me parece correcto que en ningún tipo de dependencia
pública ni del gobierno, ni el Poder Judicial ni menos aun los persecutores, me
parece de extrema gravedad lo que revela el relativismo con que el jefe ejercía
sus funciones", señala en diputado Felipe Harboe. El caso Bombas es sin
duda uno de los más llamativos del último tiempo. Tras seis meses de
indagatoria, donde han declarado hasta el ministro del Interior, Rodrigo
Hinzpeter, nos hemos ido enterando de diversas aristas. Así es como en el
informe realizado por el jefe de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, Andrés
Montes, se detalla una serie de faltas en las que habría incurrido el líder del
equipo: el ex fiscal Alejandro Peña.En dicho documento, al que accedió en
exclusiva La Segunda, indica que en marzo de 2011 Alejandro Peña recibió el
ofrecimiento del subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, para dirigir la
División de Estudios que se crearía en esa repartición. Según Montes, el ex
jefe de la fiscalía sur renunció el 6 de abril de 2011, lo que se hizo efectivo
a partir del 9 del mismo mes. Por tanto, mientras sostenía conversaciones con
la cartera que encabeza Hinzpeter aun mantenía a su cargo la investigación por
el caso Bombas. Recuerda además que el sumario que el 4 de abril de 2011 el ex
persecutor presentó la acusación contra varios imputados. Esa situación, señala
el fiscal Montes, podría plantear razonablemente, sobre todo para los abogados
defensores, que Alejandro Peña tomó importantes decisiones en la causa -tales
como presentar esa acusación y definir las penas solicitadas- mientras mantenía
conversaciones con el subsecretario del Interior para pasar a formar parte de ese
ministerio.Por ello queda claro que la objetividad del investigador estaba
comprometida, afirma el jefe de la Fiscalía Centro Norte.Así es como a juicio
de Montes, los hechos descritos constituyen una infracción al deber previsto en
el artículo 37 N°13 del Reglamento de Personal para los Fiscales del Ministerio
Público. De ahí que en sus conclusiones decidiera recomendarle al Fiscal
Nacional, Sabas Chahuán, que se normen reglamentariamente las inhabilidades
éticas que existen al momento de presentar la renuncia al cargo de fiscal
regional o fiscal adjunto.
Celebraciones con
whisky en la Fiscalía
Otra de las
peticiones de Montes fue solicitar una modificación de la Ley Orgánica del
Ministerio Público. Respecto al consumo de alcohol en oficinas públicas, frente
a lo cual, señaló que se debe prohibir expresamente.
Ello, porque -dice
el sumario- después de la formalización de los imputados por el caso Bombas
-que se realizó el 17 de agosto de 2010 y que terminó en la madrugada del día
siguiente- todo el grupo que participó en la audiencia se dirigió a las
oficinas del sexto piso de la Fiscalía Metropolitana Sur.
Allí y tras un lapso
de entre 15 y 25 minutos, el fiscal Alejandro Peña sacó una botella de whisky y
le sirvió a quienes todavía estaban presentes. Para Montes, más allá de que
hubiera o no consumo del alcohol, no corresponde llevar a cabo ese tipo de
actividades en dependencias públicas porque se compromete la imagen
institucional.
Respecto a los
reproches de tipo administrativo, recalca el sumario, no es posible perseguir
la eventual responsabilidad en ese ámbito de Alejandro Peña, pues él se
encontraba fuera de la institución cuando comenzó la indagatoria.
Frente a este tema,
el fiscal nacional, Sabas Chahuán señaló que la resolución del sumario no formula
reparos al ministro del Interior. "Con respecto del ex fiscal Peña el
informe deja constancia que hay actitudes que se podrían reprochar y
eventualmente si hubiera formado parte de la fiscalía podrían ser sancionadas,
pero como él ya no forma parte de la fiscalía, la ley nos impide hacerlo",
dijo.
Al respecto, el
diputado Hugo Gutiérrez (PC) quien solicitó el sumario, indicó que el
cuestionamiento que se le hace a Peña es correcto, por cuanto "comprometió
la objetividad e imparcialidad con que debe actuar el órgano persecutor".
Añadió que "las tratativas laborales que tenía con el Ministerio del
Interior mucho tiempo antes que dejara su cargo, demuestra que el caso Bombas
fue contaminado políticamente".
Sobre estos
bochornosos acontecimientos, el Diputado Felipe Harboe (PPD), quien
señaló que "me parece una vergüenza que se utilicen instalaciones públicas
para realizar una celebración con ingesta de alcohol. No me parece correcto que
en ningún tipo de dependencia pública ni del gobierno, ni el Poder Judicial ni
menos aun los persecutores, me parece de extrema gravedad lo que revela el
relativismo con que el jefe ejercía sus funciones, no me parece que haya sido
correcto una acción como esa".
"Menos aun
cuando después de la formalización cuando propio persecutor estaba ya en
conversaciones de sueldo con la parte querellante, eso es muy delicado. Creo
que el informe del sumario lo que conocimos a través de un medio de
comunicación es de extrema gravedad y va a ser materia de investigación en la
comisión investigadora y obviamente vamos a pedir que comparezca el ex fiscal
Peña, para que explique esta situación y otras más que han puesto en tela de
juicio, incluso el actuar de la fiscalía"
Por
último, el parlamentario ejemplifica "para que la gente lo entienda, esto
es exactamente lo mismo que un fiscal esté metiendo preso a unos delincuentes
por asaltar un supermercado y negociando su sueldo con el supermercado, ese es
el mismo cuadro. Aquí lo que ocurrió es que hay un fiscal que estaba
persiguiendo delitos y mientras perseguía esos delitos negociaba el sueldo con
una de las partes del juicio, eso es extremadamente delicado".
Fuente: Cambio 21
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