desde Montréal
El proyecto de Ley 78, aprobado el 18 de mayo, prohíbe que grupos de más de 50 personas realicen reuniones pacíficas sin previa notificación a las autoridades, esto en violación directa de la libertad fundamental de asamblea, la que se encuentra garantizada por la Carta Canadiense de Derechos y Libertades. La ley permite al gobierno retirar el financiamiento a las asociaciones estudiantiles e imponer cuantiosas multas a los manifestanes que sean estudiantes, además obliga a regresar al trabajo a aquellos empleados que secunden la huelga estudiantil.
La ley se dirige especialmente a los líderes de las asociaciones de estudiantes, quienes podrían recibir multas de hasta 35.000 dólares canadienses por continuar manifestándose en contra de ella. Por participar en una segunda manifestación, la multa se duplica. Si una asociación estudiantil apoya una manifestación, la multa inicial puede alcanzar los 125.000 dólares canadienses y se duplica a 250 mil en caso de reincidencia.
El proyecto de ley modifica otra ley, la de las demandas colectivas, de tal manera que permite el denunciar fácilmente a los estudiantes y a las asociaciones que los apoyen. Además hace responsables a las asociaciones de estudiantes y a los sindicatos y asociaciones de docentes de cualquier daño causado a terceros en una manifestación, salvo que puedan demostrar que el daño no fue provocado por la manifestación. Este proyecto también penaliza las expresiones de apoyo hacia las manifestaciones que son contrarias a la ley en mención, exponiendo a cualquier ciudadano canadiense a multas de hasta 5.000 dólares canadienses. Los representantes de las organizaciones se exponen a multas de hasta 35.000 dólares canadienses y sus organizaciones a sanciones de hasta 125.000 dólares canadienses.
Este proyecto de ley ya ha sido ampliamente criticado por la Quebec Bar Association (Asociación de Abogados de Quebec) y los grupos estudiantiles, las organizaciones de trabajo, junto a los grupos de libertades civiles.
«Esta ley es despreciable y estamos asistiendo a la creación de un movimiento social generalizado para defender los derechos colectivos y democráticos, incluyendo el derecho a la educación», ha destacado el presidente de la FNEEQ,(Federacion Nacional de profesores y profesoras de Québec) Jean Trudelle, el que prosiguió diciendo: «Los estudiantes se merecen un gran crédito por imponer un debate público sobre el derecho a la educación y recibir el apoyo de una parte considerable de la población».
«Esta ley especial es un terrible acto de represión masiva... El gobierno de Quebec ha optado por imponer la mano dura de la ley como arma para reprimir la disconformidad», afirmó el director ejecutivo del CAUT, James L. Turk.
«Ahora, más que nunca, el resto de Canadá y el mundo entero tiene que ponerse un cuadrado rojo de fieltro para demostrar su apoyo a los estudiantes de Quebec y a las libertades civiles», ha añadido Turk refiriéndose al símbolo de la huelga estudiantil. «Hay que rechazar el proyecto de ley 78 en nombre de la democracia o el resto de Canadá tendrá que unirse a los estudiantes en las calles».
La ley se dirige especialmente a los líderes de las asociaciones de estudiantes, quienes podrían recibir multas de hasta 35.000 dólares canadienses por continuar manifestándose en contra de ella. Por participar en una segunda manifestación, la multa se duplica. Si una asociación estudiantil apoya una manifestación, la multa inicial puede alcanzar los 125.000 dólares canadienses y se duplica a 250 mil en caso de reincidencia.
El proyecto de ley modifica otra ley, la de las demandas colectivas, de tal manera que permite el denunciar fácilmente a los estudiantes y a las asociaciones que los apoyen. Además hace responsables a las asociaciones de estudiantes y a los sindicatos y asociaciones de docentes de cualquier daño causado a terceros en una manifestación, salvo que puedan demostrar que el daño no fue provocado por la manifestación. Este proyecto también penaliza las expresiones de apoyo hacia las manifestaciones que son contrarias a la ley en mención, exponiendo a cualquier ciudadano canadiense a multas de hasta 5.000 dólares canadienses. Los representantes de las organizaciones se exponen a multas de hasta 35.000 dólares canadienses y sus organizaciones a sanciones de hasta 125.000 dólares canadienses.
Este proyecto de ley ya ha sido ampliamente criticado por la Quebec Bar Association (Asociación de Abogados de Quebec) y los grupos estudiantiles, las organizaciones de trabajo, junto a los grupos de libertades civiles.
«Esta ley es despreciable y estamos asistiendo a la creación de un movimiento social generalizado para defender los derechos colectivos y democráticos, incluyendo el derecho a la educación», ha destacado el presidente de la FNEEQ,(Federacion Nacional de profesores y profesoras de Québec) Jean Trudelle, el que prosiguió diciendo: «Los estudiantes se merecen un gran crédito por imponer un debate público sobre el derecho a la educación y recibir el apoyo de una parte considerable de la población».
«Esta ley especial es un terrible acto de represión masiva... El gobierno de Quebec ha optado por imponer la mano dura de la ley como arma para reprimir la disconformidad», afirmó el director ejecutivo del CAUT, James L. Turk.
«Ahora, más que nunca, el resto de Canadá y el mundo entero tiene que ponerse un cuadrado rojo de fieltro para demostrar su apoyo a los estudiantes de Quebec y a las libertades civiles», ha añadido Turk refiriéndose al símbolo de la huelga estudiantil. «Hay que rechazar el proyecto de ley 78 en nombre de la democracia o el resto de Canadá tendrá que unirse a los estudiantes en las calles».
cuadrado rojo de fieltro, símbolo de la lucha estudiantil
Incluso el colectivo activista internacional Anonymous intervino contra la ley, vía Twitter, llamándola "draconiana" , y advirtió "Esperennos".
Respaldados por los poderosos líderes sindicales de Quebec, los líderes estudiantiles como CLASSE (Coalision Amplia de Asociacion por una Solidaridad Sindical Estudiantil )''la más militante de las principales asociaciones de estudiantes'', dijeron que están considerando una campaña de desobediencia civil. CLASSE también creó un sitio web (pinchar acá) en el cual ya miles de personas han publicado fotografías de sí mismas oponiéndose a la ley.
La ley también parece haber dado energía a los ciudadanos de Quebec, lo que bien podrían no haber apoyado a los estudiantes, pero el gobierno no consideró que a estas personas no les gusta verse privados de su derecho a protestar.
En todo Quebec cada noche miles de personas se movilizan en contra del proyecto de Ley 78, uniéndose a los llamados "cacerolazos", en los que golpean cacerolas y ollas en las calles y balcones, en una práctica que originalmente se usó en protesta contra las dictaduras, especialmente contra Pinochet en Chile. Por su parte, el 28 de mayo, en Montreal, cientos de abogados se unieron a manifestaciónes vespertinas contra la ley.
Cacerolazos en las calles de Montreal
Creo que decretos y leyes fascistas no amedrentarán a los Estudiantes que a nivel mundial se han levantado.
ResponderEliminar¡¡Por la libertad expresión y contra el yugo imperialista de Canada!! ¡¡ Adelante Estudiantes y Sindicatos que se sigan manifestando!!