Por más de dos semanas la región de mayor crecimiento económico de Chile, Aysén, en la Patagonia austral, estuvo productivamente detenida. Industria del Salmón, la pesca marina, la ganadería, algunas empresas mineras y el turismo, se vieron enfrentados a la protesta social másiva, en todos los pueblos y ciudadades.
Las organizaciones, comunidades y familias exigen rebaja en el precio de los combustibles, mejor infraestructura sanitaria, subsidio al transporte y salario mínimo regionalizado. Pero también exigen plebiscitos vinculantes en temas trascendentales como son el uso de los recursos naturales, la construcción de infraestructura energética, como las represas, y un rechazo rotundo a la privatización de los peces, que intenta imponer el Ministro de Economía, Pablo Longueira, junto a los grandes industriales pesqueros. Aysén es una de las regiones más extensas del país, después de Magallanes y Antofagasta, pero es la menos poblada.
Está zona está a los pies la Cordillera de los Andes, al sur enfrenta los campos de hielo y al norte y oeste a cordones montañosos y canales y fiordos. Toda esta geografía la hacen ser un territorio de no fácil conectividad. Desde Puerto Montt o Chiloé, solo se puede llegar vía marítima y tomando la carretera austral donde se deben cruzar varios fiordos.La otra vía es aérea o por tierra desde Argentina.
Su aislamiento geográfico hace que todos los productos, especialmente combustibles y alimentos, sean más caros que en el resto de las regiones chilenas. Pero por sus valiosos y estratégicos recursos naturales que comprenden ríos, agua dulce, pesca marina, cultivo de salmones, minería y bosque, hace que varias compañías nacionales y multinacionales hayan puesto sus ojos en estos prístinos y ricos territorios.
Peter Hartmann del Comité de Defensa de la Flora y Fauna Codeff, nos habla de los recursos naturales de la zona y de la protesta social de esta zona de la Patagonia.
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