Los convocantes levantaron un amplio pliego de peticiones, que van desde una reforma a la Constitución y un cambio en el Código del Trabajo hasta la rebaja de los impuestos a los combustibles. Para el gobierno, en su primer día no se logró el objetivo de paralizar por completo el país.
"Creemos que el paro nació sin justificación y terminó también sin justificación en el sentido de que su objetivo era paralizar el país. Nosotros nos alegramos como gobierno de ese objetivo no se haya cumplido, porque hubiese generado un daño importante a Chile", señaló el portavoz del Ejecutivo, Andrés Chadwick.
En su inicio, manifestantes bloquearon con neumáticos encendidos y palos esquinas importantes de la capital, como varias intersecciones de la avenida Alameda, la principal arteria de Santiago, mientras que en sectores periféricos se impidió la salida de algunos buses.
Durante todo el día se registraron además enfrentamientos esporádicos entre manifestantes y agentes policiales en varios puntos de Santiago y otras regiones del país, en especial en los alrededores de sedes universitarias, donde la policía debió disolver con carros lanza aguas y gases lacrimógenos a los piquetes que intentaron cortar el tránsito.
Al final de la jornada, el gobierno informó que a nivel nacional se registraron 348 detenidos y 36 heridos, 19 de los cuales son policías, todos con heridas leves, de acuerdo a Ubilla.
La CUT, en tanto, que agrupa a 11% de la fuerza laboral, no entregó un balance del primer día, porque dijo que entregará un reporte al final de la movilización, que el jueves comprende varias marchas que confluirán en el centro de Santiago.
En Santiago y otras ciudades del país, el transporte público funcionó con relativa normalidad, aunque con una notoria menor afluencia de público. El ferrocarril metropolitano, que transporta cada día a más de dos millones de pasajeros, cifró en 27% menos el número de pasajeros transportados en las primeras horas.
En la tarde, en tanto, los trabajadores adelantaron su retorno a casa, provocando que las habituales aglomeraciones en estaciones de metro y autobuses se registraran por lo menos dos horas antes de lo habitual.
Hubo versiones contrapuestas sobre el número de empleados públicos que adhirió a la manifestación, mientras que el gobierno cifró primero en 5.5%, luego incrementó a un 14%. En tanto, Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) dijo que 80% de los empleados públicos no trabajó.
"Esta contundente adhesión es la mejor respuesta al gobierno que cifra en porcentajes mínimos el apoyo de los funcionarios públicos. Además de no saber gobernar, no saben contar y sufren de miopía", señaló el presidente de la ANEF, Raúl de la Puente. En el centro de Santiago varias oficinas públicas permanecían cerradas, aunque en sus afueras empleados hacían ruido con tambores y silbatos.
Parte del comercio cerró también hoy y cientos de oficinas del centro de la capital chilena reforzaron sus fachadas con gruesas planchas de madera para evitar ser atacadas con piedras como ha ocurrido en otras manifestaciones.
El aeropuerto y los principales pasos fronterizos del país funcionaron normalmente , mientras que en los centros públicos de salud se instauraron turnos para asegurar la atención de emergencias.
En la Granja
Desde muy tempranas horas de la mañana alrededor de 500 personas detuvieron el tráfico de la principal artería del 25 de Santa Rosa, en donde Carabineros tuvo que actuar con carros lanza-aguas, gases lacrimógenos y represión policial alrededor de 15 personas fueron los detenidos.
Mientras al caer la noche, variados caceroleos y barricadas, en los alrededores de la comuna hicieron notar la molestia ciudadana ante la sordera del gobierno ante las demandas estudiantiles y laborales.
En la intersección de la Av. Trinidad y Av. Coronel alrededor de 150 personas se manifestaron entre caceroleos, pitos y algunos gritos.
PRENSA GRÁFICA CALLEJERA
Francisca E.
Francisca E.
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