Hoy tiene lugar una liturgia que se viene repitiendo por años: la Enade, donde los hombres y mujeres más poderosos de Chile se juntan todos los años para analizar la coyuntura y mirar al futuro.
Si el año pasado fue de los “chascones”, este 2012 la Enade es de los “guatones”. Si el año pasado la figura que se robó la película fue el sociólogo Alberto Mayol, este año las apuestas son que el presidente del Senado, Camilo Escalona (PS), será la estrella. Si el año pasado eran los estudiantes los indignados, este año son los empresarios.
Icare quiere dar un tono más reflexivo al encuentro de este año y la clave está en el lema que eligieron: “Aspice, respice, prospice”, lo que significa “observa el presente, mira el pasado, anticipa el futuro”.
Un poco refleja el año que hemos tenido: los movimientos sociales, en particular el de los estudiantes, no han prendido como el 2011. Varios de sus logros, como eliminar el CAE y una mayor fiscalización al lucro en las universidades, son una realidad, aunque quizás imperfecta.
En una entrevista con La Segunda hace unas semanas, el presidente de Icare, Francisco Silva, explicó que el encuentro de este año tiene por objetivo “centrar la discusión en los temas que llevarán a Chile a ser un país desarrollado: educación, energía, ciudad e institucionalidad”. O sea, el mensaje parece ser “hay que cuidar la institucionalidad”.
Nada malo en eso. Algo sensato, dirían muchos. El problema es que el país está en otra. Sin embargo, para no pocos empresarios eso es difícil de entender. La sociedad que ellos lucharon por construir ahora los ningunea. Les cuesta aceptar que con un país “a las puertas del desarrollo”, creciendo al 6 %, con un desempleo cayendo a niveles históricos, e incluso mostrando una disminución en la desigualdad, esté tan descontento. No entienden por qué la gente no está contenta con las AFP y las Isapres, y les sorprende que algunos quieran cambiar “el modelo”. Siguen insistiendo en los datos duros y están indignados de que el resto del país no lo entienda así.
Ni hablar de la crispada relación con el gobierno. El Presidente Sebastián Piñera puede haber sido empresario —aunque en rigor es un inversionista—, pero jamás lo han considerado como uno de ellos. Lo culpan de que la energía en Chile sea escasa y cara, no les gusta para nada la mayor fiscalización que ha impulsado y lo critican por ser populista y no gobernar con las ideas de la derecha.
“Este es el peor gobierno desde el retorno de la democracia”, critica un empresario del sector financiero y cercano a la UDI. Él y muchos de sus pares incluso verían con buenos ojos el retorno de Michelle Bachelet.
Todos estos factores hacen que Enade 2012 sea difícil de leer. Por mucho que Icare quiera que este año sea un encuentro más reflexivo, los empresarios andan con la “mecha corta” y más de alguno estima que se podría volver a repetir uno de los momentos más tensos en la historia de estos encuentros anuales, como fue la pelea entre el entonces presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Ariztía, y el ex Presidente Ricardo Lagos en Enade 2001. Ariztía desató la ira de Lagos con la famosa frase “Presidente, déjenos trabajar tranquilos”. El enojo de Lagos duró un año.
Alejandro Hirmas, presidente de Globalfolio, dice tener pocas expectativas para el encuentro de este año. “Estamos sin luz, sin Presupuesto por ahora, sin resolver los temas de educación, se está agregando el tema de la seguridad ciudadana. En fin, siento que vamos para atrás y que no hay ánimo ni capacidad de sacar una solución de verdad y menos en la Enade. La Enade va a ser puras palabras bonitas y buenas intenciones”, es su pronóstico.
Será interesante ver lo que dice Lorenzo Constans, actual presidente de la CPC, en el discurso que precede al del Presidente.
“Normalmente la sesión de clausura representa un grado de complejidad importante. Ha habido situaciones en que se han expresado ideas con gran franqueza, ocasionando momentos de tensión”, describió el director ejecutivo de Icare, Manuel Vargas, a La Tercera.
Para un empresario que jamás se ha perdido una Enade, este año el tema político tendrá mayor relevancia ya que el encuentro ocurre a menos de un mes de realizadas las elecciones municipales y a un año de las presidenciales. Este estima que el momento clave no será lo que Constans le diga a Piñera. No, para él, lo más interesante será comparar la reacción de la audiencia al discurso de Camilo Escalona y la que reciba el Presidente.
No sería una sorpresa, dice él, que Escalona tenga una mejor recepción que Piñera. Mal que mal, será de izquierda, pero el actual presidente del Senado es visto como un estadista que cuida la institucionalidad; alguien serio, mientras que a Piñera lo ven como exactamente lo opuesto.
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