El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet y otros importantes militares chilenos decidieron bombardear La Moneda para derrocar al presidente Salvador Allende. La plana mayor de las fuerzas armadas venía tramando hace meses esta y otras acciones de exterminio. Sin embargo, muchos altos mandos se negaban a apoyar el golpe de Estado. Uno de ellos fue el general de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) Alberto Bachelet (padre de la ex presidenta de Estado), quien en esa fecha trabajaba en la unidad de abastecimiento y precios del gobierno socialista de Allende. Michelle, su hija, tenía en esa época 21 años y comenzaba una carrera de medicina que la ligó de por vida al servicio público.
Ese mismo día, el militar fue detenido por sus hermanos de armas en el Ministerio de Defensa. Si bien fue liberado esa misma noche, tres días después fue sacado de su casa y apresado nuevamente acusado de traición a la patria. Humillado y torturado murió seis meses después en la cárcel.
“Me quebraron por dentro, en un momento, me anduvieron reventando moralmente –nunca supe odiar a nadie– siempre he pensado que el ser humano es lo más maravilloso de esta creación y debe ser respetado como tal, pero me encontré con camaradas de la FACH a los que he conocido por 20 años, alumnos míos, que me trataron como un delincuente o como a un perro”, escribió el general Bachelet desde la prisión.
Alberto Bachelet, falleció más tarde en la cárcel pública, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio en marzo de 1974. El “traidor a la patria” fue golpeado por los propios miembros de las fuerzas armadas y organismos de inteligencia de la dictadura encabezada por Pinochet.
El 20 de Junio de este año, se pudo apreciar la verdad, cuando el ministro especial Mario Carroza entregó las conclusiones del Servicio Médico Legal (SML) que investigaba las circunstancias que rodearon la muerte de Bachelet. La pericia estableció que el oficial falleció producto de las torturas que sufrió mientras permaneció preso en la Academia de Guerra Aérea durante el golpe militar.
“El informe del Servicio Médico Legal llegó hace una semana y efectivamente señala que todos los interrogatorios a los que fue sometido el general Bachelet habían agravado su situación coronaria y que probablemente sería la causa de la muerte del general Bachelet. El Servicio apunta a que fueron las torturas, aunque se puede pedir otro peritaje, pero sus definiciones son concluyentes”, dijo el magistrado.
También estarían identificadas las personas que realizaron los interrogatorios al general Bachelet. En ese sentido, es probable que el juez Carroza determine resoluciones judiciales en los próximos días.
Y el día llegó el ministro en visita Mario Carroza decidió someter a proceso a dos ex funcionarios de la Fuerza Aérea (FACH) como responsables de las torturas que sufrió el general Alberto Bachelet tras el golpe militar de 1973, las que terminaron provocándole la muerte.
Los funcionarios procesados son los coroneles (r) Ramón Cáceres Jorquera y Edgar Cevallos Jones, quienes en ese entonces estaban a cargo de la Academia de Guerra Aérea (AGA), donde el general Bachelet fue torturado durante meses, acusado de "traición a la patria".
Según estableció el Servicio Médico Legal (SML), el padre de la ex Presidente Michelle Bachellet falleció producto de las torturas que sufrió mientras estuvo recluido en la Academia de Guerra Aérea. Dichas torturas le provocaron un paro cardiorrespiratorio que finalmente le causó la muerte, en marzo de 1974.
De acuerdo al dictamen, "existe una directa relación entre la muerte de la víctima y su último interrogatorio, toda vez que ello es lo que produce una descompensación de su patología cardíaca, secundaria a un estado de estrés físico y mental previos".
Los dos funcionarios sometidos a proceso fueron detenidos y trasladados a un centro de detención de la Fuerza Aérea, donde quedarán en prisión preventiva.
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