Se estiman en
450.000 las personas que pertenecen a este grupo.
AFRODESCENDENCIA: EL LADO INVISIBLE DE
MÉXICO
Por Miguel Ángel Alanis Hernández
México
Para Prensa Gráfica Callejera
Mujeres aafrodescendientes mexicanas |
El
tiempo pasa lento para el reconocimiento de la pluralidad social en nuestro país.
Hemos escuchado las diferentes voces que salen del olvido, para emprender el
camino hacia la integración nacional, sin embargo, el gran sonido de las
movilizaciones, no ha tenido el suficiente eco en las mentes de las y los habitantes,
pues a pesar de que existen diferentes logros en el ámbito legal, académico e
institucional, se sigue dejando de lado a una parte importante de la comunidad
mexicana: la afrodescendencia
A
través de los vientos, los pueblos indígenas han luchado por conquistar un lugar dentro del Estado, para
pronunciarse como actores fundamentales del entramado social y con el objetivo
de emerger desde ese México profundo
que los ha olvidado. De este modo, buscan que sus prácticas culturales sean
valoradas e integradas en la legislación, su concepción del mundo sea respetado
por las diferentes formas de pensamiento, y el territorio comunal -que es la
base donde se constituyen los Derechos indígenas- tenga la misma legalidad que
cualquier otra propiedad privada.
Tal
parece que dentro de la construcción del imaginario social, se conciben dos
grupos predominantes: por un lado se tiene a las y los mestizos y por otro lado
a los pueblos indígenas. Bajo esta lógica se acepta de forma generalizada la composición social, pero dentro de esta
división se ha olvidado a un sector de la población, que influyo y sigue
presente en los procesos históricos, culturales de nuestro país.
Desde
la academia se empezó abordar el tema de la afrodescendencia con diferentes ópticas,
en los estudios se hizo notar un vació predominante en el proceso histórico de
las poblaciones negras, pues a pesar de que tuvieron una incidencia en los
momentos más emblemáticos de las luchas sociales, como la Independencia y la
Revolución, no se visualizan con facilidad en los textos oficiales. Tal parece
que dichas poblaciones son invisibles
ante los ojos de las y los historiadores, pues la mayor cantidad de registros
que se tienen de estas poblaciones no se
encuentra en el cuerpo académico sino en los escritos de la Iglesia y el
Estado.
Con
los estudios que se tiene hasta el momento, podemos decir que a diferencia de
los pueblos originarios, los grupos afrodescendientes no tuvieron la misma
oportunidad para reproducir sus prácticas socio-culturales en la Nueva España,
ya que desde su llegada, traían impregnado la categoría de esclavo y esclava. Es
preciso decir, que a pesar de que existió una restricción por parte de sus amos,
no fue lo suficientemente opresor para liquidar la carga cultural de las y los
procedentes de África.
A consecuencia de la relación amo-esclavo se
le dio vida al racismo, una ideología que iba enfocada a legitimar la violencia
de la que fueron parte las poblaciones negras, es este momento donde se empieza
a relacionar lo “negro” con lo sucio, lo marginal, lo negativo y satánico. De
forma contraria el “blanco” era
concebido como lo bueno, lo limpio, lo
bondadoso. Sería lógico pensar que esa ideología fue difuminándose
progresivamente al paso de los años, pero no es así, actualmente las
poblaciones afrodecendientes, se encuentran en condición de riesgo, dada su
condición étnica-racial. Al ser un grupo vulnerable no se logra tener acceso a
condiciones más favorables de bienestar, y continúan siendo un foco rojo de
discriminación.
Es
menester precisar que a pesar de que existen violaciones de los Derechos Humanos,
situaciones de inequidad y discriminación, no se puede actuar de forma
contundente, ya que los pueblos afrodescendientes se encuentran en una
situación de invisibilidad, es decir no sólo hay un olvido por parte de los
historiadores, sino también parte del Estado. Tal parece que los avances
significativos que se tiene del reconocimiento de la pluralidad social en
México, no son han sido suficientes para integrar a nuestra Tercera Raíz.
Al
no tener el reconocimiento por parte del Estado, los pueblos afrodescendientes
especialmente de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, reivindican su pasado
histórico ya no desde una perspectiva cultural sino política, de esta manera
articulan fuerzas con sociedades civiles y cuerpo académico, para construir el
andamiaje de un sujeto colectivo de derechos, con la finalidad ser reconocidos
ya no como sujetos individuales sino como pueblos
afrodescendientes. En consecuencia, el Estado tendrá que voltear la mirada
y valorar sus derechos de grupo minoritario, reconocer constitucionalmente la
presencia de pueblos negros en su territorio, e integrar de forma responsable a
la nación mexicana.
Joven afrodescendiente de la Costa Chica de Oaxaca, en México |
El
camino que han recorrido históricamente los pueblos negros en México esta lleno de obstáculos, minado de
discriminación racial y una violencia estatal que los niega como parte de la
sociedad. Pero a pesar de los inconvenientes, las y los afrodescendientes continúan arando el camino,
cosechando semillas de justicia y reconocimiento, esperando que en un momento
no muy lejano el trabajo colectivo que se empezó de frutos, de esta manera
pasar de ser invisibles a visibles dentro de nuestro mosaico cultural. Al ser
visibles ante nuestra sociedad y el Estado, se puede trabajar de forma más
contundente y clara ante la discriminación prevaleciente en la que se
encuentran dichos pueblos, asimismo se podrá valorar la riqueza de la
pluralidad de nuestra sociedad.
Editor: Tito Carreño
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