Ejército da espaldarazo a general cuestionado por el Movilh por instructivo discriminatorio

El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) había solicitado hace un mes al ministro de Defensa, Andrés Allamand, que dispusiera la salida del general de brigada Cristián Chateau, por haber avalado el polémico instructivo que recomendaba no permitir que integraran las filas de la institución personas homosexuales e incluso las personas de escasos recursos.

“No puede ser que un general de Ejército contenga estos juicios de valor y se transforme en una política de la institución para segregar, discriminar a determinados grupos al interior de las Fuerzas Armadas”, señalaba el 7 de septiembre la entidad encabezada por Rolando Jiménez respecto del polémico documento que fue rechazado por el propio comandante en jefe de la institución, general Juan Miguel Fuente-Alba, y que dio origen a una investigación al interior de la institución castrense. Sin embargo, Chateau fue considerado en el Alto Mando 2013, que fue elaborado por Fuente-Alba y contó con el beneplácito del ministro de Defensa, Andrés Allamand y del Presidente Sebastián Piñera. El oficial, de este modo, continuará en su cargo de comandante en jefe de la Primera División del Ejército.Y también seguirá en su puesto el general de Brigada Sucre Elgueta, director de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), repartición de la cual habría emanado el polémico instructivo. El nuevo Alto Mando se elaboró tras el paso a retiro de  11 generales, seis de ellos de División y cinco de Brigada, y el ascenso al generalato de 14 coroneles. Consultado al respecto, el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, consideró una “mala señal” que ambos jefes militares  sigan en sus puestos, especialmente e director de la DINE “que es donde emanó este documento, que según lo que hemos podido pesquisar, es una reiteración de documentos anteriores”. Asimismo, dijo que esperaba que esto no se vuelva  un obstáculo para avanzar en el compromiso que hizo el propio Fuente-Alba  en la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, para ajustar la institución a las políticas de no discriminación establecida por la denominada Ley Zamudio, que a su juicio deben expresarse con “señales concretas, en la cotidianeidad”.