En estas elecciones municipales, donde
quienes han resultado electos lo han sido con menos del 40% de los votos
recordamos que nuestra Asamblea tuvo el coraje de llamar a la abstención cuando
nadie se atrevía a decir que la
Institucionalidad estaba desnuda de democracia. Y lo sigue
estando.
Tan desnuda está que manos del 40% de
los votantes acudió a las urnas y, dentro de ellos, muy pocos jóvenes. Tanto
que ya se habla del fracaso del voto voluntario y se habla de re-reformar la
ley. Como si sólo fuese un problema de leyes y flojeras de la gente y no del
hecho que muchos sienten que esta Institucionalidad nada tiene que ver con sus
vidas. El descontento social, expresado en las amplias movilización, el
descredito de todas las instituciones reflejado en las encuestas, el nacimiento
de los grandes movimientos sociales hoy día se ha expresado en una
alta abstención, la mayoría de
los chilenos y chilenas no fueron a votar. Es un sistema
que no tiene legitimidad.
La gran perdedora ha sido la clase política. Los que hemos puesto los nuevos términos del debate hemos
sido los estudiantes, mapuches, trabajadores, pobladores, los ciudadanos. Los
que estamos hartos de este sistema.
Estamos muy contentos del intenso
debate de estos últimos días: la gente ha desnudado pactos y sub pactos hechos
a sus espaldas, las prácticas cupulares y las consignas vacías de una clase
política que en reiteradas ocasiones olvida las demandas sociales. Muchos han
entendido que el problema de fondo es que se nos ha llamado a ser parte de un sistema
pensado para excluir a las mayorías de las grandes decisiones sobre todos los
aspectos de nuestras vidas.
Nos acordamos y tenemos fresca en la
memoria esa fotografía donde Concertación y Alianza levantaban las manos y
daban por cerrado el “conflicto estudiantil”. Entre ellos la Alcaldesa recién
electa de Santiago.
No desconocemos que en comunas
emblemáticas se ha logrado desterrar a torturadores y dinastías corruptas. Pero
tampoco desconocemos que nadie
entre los nuevos electos se ha pronunciado sobre la
urgencia de la desmunicipalización de la educación y sobre el usufructo de la
ley SEP y el desvío de fondos destinados a nuestra educación para sostener las
alcaldías moribundas. En este contexto, la educación municipal seguirá siendo la caja chica del edil de turno.
Hemos aprendido de nuestra historia,
que la única manera efectiva para resolver nuestros problemas es discutiéndolos
desde la base y de ahí emanado propuestas y movilizándonos con una
verdadera visión de país. Es decir, no existe otra manera de exigir
legítimamente nuestras demandas que desde el mismo movimiento social en
asambleas, concejos, juntas de vecinos, etc., esa es la idea del control
comunitario. Así como sucedió en Aysén, Freirina y en muchos otros lugares del
país, vimos como la organización dio resultado.
Insistiremos y trabajaremos para que el
movimientos social en toda su magnitud se re articule, se empodere y se
organice. Con el ejemplo de Aysén, Freirina, Dichato y La Ligua; con la
dignidad y valentía de los pueblos indígenas; con las experiencias de los
deudores habitacionales, portuarios, pescadores artesanales y
trabajadores, todos en conjunto
construiremos la verdadera democracia.
Por esto el día de ayer,
los ciudadanos NO PRESTARON EL VOTO.
Por esto los movimientos
sociales seguiremos movilizándonos, coordinándonos, proponiendo. Estaremos
observando y exigiendo de las autoridades responder a nuestras demandas.
Porque la clase política
tembló con nuestro llamado, somos los protagonistas del mañana.
Fuente: Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios.
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