Decenas de personas realizaron esta noche una
velatón y una cadena de oración en los pasillos de un centro asistencial de
Santiago, por la mejoría de un joven chileno de 21 años, que se encuentra en
riesgo vital tras recibir un balazo en la cabeza.
El
joven, identificado como Anyelo Estrada, se encontraba este martes en el cuarto
piso de un edificio observando unos incidentes callejeros en el momento de
recibir el impacto de bala, disparada por un funcionario de gendarmería
(guardia de prisiones).
El
funcionario repelió con dos tiros al aire un ataque de un grupo de estudiantes
en el centro de Santiago, que le comenzaron a lanzar toda clase de objetos a la
cabina del vehículo en el que trasladaban a un reo.
Fuentes
médicas dijeron hoy a los periodistas que el joven baleado, permanece bajo un
coma inducido y con escasas posibilidades de sobrevivir ya que el disparo le
produjo incluso pérdida encefálica.
En
tanto, el gendarme, Jorge Retamal, quedó con arresto domiciliario nocturno tras
ser procesado por homicidio simple.
El
defensor del imputado Gonzalo Rodríguez indicó que la investigación durará 100
días y sostuvo que su representado ha dado toda la colaboración posible.
"El se vio envuelto en una turba en el marco del cumplimiento de su deber,
lo relevante es que mi representado está disponible a todos los actos de la
investigación", aseveró.
Por
su parte, el padre del estudiante, Andrés Estrada, señaló que "se hablan
tantas cosas de este incidente, pero lo único claro para mí es que hubo
negligencia por parte del funcionario de gendarmería al disparar al aire en una
zona llena de departamentos".
El
comandante Juan Rojas, jefe de seguridad de Gendarmería, dijo a periodistas que
el funcionario "fue atacado por una turba" y que "al verse
atacado y su integridad física en peligro tuvo que hacer dos tiros de
advertencia al aire que lamentablemente impactaron en un particular".
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