Una de las primeras medidas que
anunció la alcaldesa Carolina Tohá (PPD) cuando ganó las elecciones el
año pasado fue esclarecer la millonaria deuda, por más de $2.000
millones, que tiene la Corporación para el Desarrollo de Santiago (Cordesan).
En febrero de este año se abrió la licitación para hacer una auditoria del periodo 2009-2012 de la Corporación. Durante ese tiempo Pablo Zalaquett, hoy candidato al Senado por Santiago Poniente, era el alcalde.
La deuda se origina porque la Cordesan se encarga del aseo y seguridad del municipio. Además tuvo un papel importante
en la reconstrucción después del 27-F. Aparte de esto, existían
cotizaciones impagas a los trabajadores por más de $300 millones. Esta
situación fue resuelta por el municipio durante este año.
Claudia Pascual, concejala del Partido
Comunista (PC), cree que la deuda en el Cordesan se había convertido en
una bicicleta. “No me cuadra un desfinanciamiento desde el 2010 hasta la
fecha producto de lo que se hizo en la reconstrucción después del 27-F,
además de aseo y seguridad, cuando el 2010 y el 2011 no se informó (el
desfinanciamiento). Sólo cuando Zalaquett pierde la elección (Municipal)
se informa al concejo”.
Para conocer
los detalles de la deuda, la Municipalidad de Santiago suscribió, el 4
de junio pasado, un contrato con la empresa Fortunato Auditores. Ésta se
comprometía a entregar en 80 días de corrido el informe sobre el origen
de la deuda de la Cordesan, a un costo de $17 millones.
Sobre la fecha límite, la empresa
pidió más plazo debido a la enfermedad de uno de los socios que
lideraba la auditoría. Cumplido este plazo (30 de septiembre), la
empresa volvió a pedir tiempo. Esta vez la razón fue el desorden que
había en la Cordesan, lo que dificultó el levantamiento de información.
El nuevo plazo venció el 25 de octubre.
Dos semanas después la administración de
Carolina Tohá recibió el informe (7 de noviembre). Hoy se encuentra
dentro del plazo para realizar las observaciones, según dicen desde el
Municipio.
Pero no son pocas las voces que apuntan a
que la verdadera razón por la que no se ha dado a conocer el informe es
la elección parlamentaria en la que el ex alcalde es candidato al
Senado, y su hermana, Mónica Zalaquett, candidata a diputada por el
mismo distrito de Santiago.
EVITANDO UNA “CAMPAÑA SUCIA”
Este miércoles, durante el concejo
municipal, los concejales Felipe Alessandri (RN) e Ismael Calderón (PS)
preguntaron por el informe en cuestión. “Aún hay plazo para formular
observaciones y cuando las respondan ahí será publicado el informe”, fue
la escueta respuesta de la alcaldesa Tohá.
“Es un tema que se puede interpretar
para los dos lados. Si sale mal la auditoría, se interpreta como un acto
contra Zalaquett; si sale positiva, como algo a favor de él. Es por eso
que no era la prioridad”, comenta una fuente del municipio que ha
conocido el tema. “Es claro que no había ánimo de entregar una auditoria
que de seguro iba a salpicar a Zalaquett en medio de la campaña”,
comenta otra fuente del municipio.
De haberse conocido la auditoría antes
de las elecciones, no sólo habría repercutido sobre Pablo Zalaquett,
sino que también sobre su hermana Mónica.
Una visión distinta tiene Gabriela
Elgueta, Secretaria Comunal de Planificación (Secplan). En su opinión,
la auditoría no es un instrumento para usarlo contra nadie, sino para
determinar las fuentes del déficit de la Cordesan y las acciones a
seguir. “No fue posible porque la persona que estaba a cargo se enfermó y
eso obligó a reestructurar; y la otra es que la Corporación se
encuentra con un desorden administrativo bastante grande, lo que
dificultó hacer los hallazgos y levantamiento. Respecto de eso se han
ido cumpliendo los plazos”, dice Elgueta.
Además, aclara que “no es que el
municipio lo esté manejando. ¿Por qué no lo sacamos ahora?, porque lo
recibimos la primera semana de noviembre y lo tenemos que revisar tanto
de forma y de fondo, de manera que la información sea clara. Si calza o
no con el tema electoral, es algo circunstancial”.
ROCES Y FOCO DE CONFLICTO
Otro aspecto que deja en evidencia las
tensiones que generaba la auditoría está al interior del propio concejo
municipal. Varias fuentes señalan que el concejal RN, Felipe Alessandri,
fue uno de los que indagó por la auditoría de forma más constante.
“Esto ha generado bastantes conflictos entre RN y la UDI. Felipe
Alessandri estuvo preguntando para que esto saliera. Todas las señales
son que Pablo le ha cobrado sentimientos a él en algunas ocasiones”,
comenta otra fuente que ha conocido de cerca el tema.
En la misma línea, otra fuente cree que
“sólo hay que ver el interés de Alessandri por que salga el informe y el
silencio de los concejales Carolina Lavín (UDI) o Carlos Kubick (UDI)
en este tema”.
Pero quienes conocen a la alcaldesa
aseguran que “si hay algo que le molesta es que la juzguen de hacer
campaña sucia”. La misma fuente resalta como un aspecto positivo que
durante la campaña electoral de Carolina Tohá no existieron ataques
directos a Pablo Zalaquett.
De haberse conocido la auditoría antes
de este domingo, hubiese abierto un foco de tensión público para la
Municipalidad. Algo, según dicen por los pasillos del Palacio
Consistorial, que no era adecuado para el momento. La auditoría se
hubiese sumado a la polémica por el cierre del “paseo de las carteras” y
el paro de los funcionarios municipales por el reajuste del 8.8%. Esto
último ha significado un gran esfuerzo para la alcaldía, a fin de
mantener las calles limpias de basura. Santiago es una comuna que “no
aguanta” un día sin que se recolecten los residuos, entre otras cosas
por la elevada población flotante que transita diariamente por la
comuna.
Si hay algo en lo que varios actores
concuerdan, es que el ideal era que la auditoría fuera pública antes de
la elección presidencial. Cuestión que no ocurrió.
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