Era la primera vez que la Asamblea Constituyente se instalaba como tema en una encuesta del Centro de Estudios Públicos. Antes, habían preguntado por ciertas reformas a la Constitución, pero no por el mecanismo usado para reformarla.
Un 44,7% contestó –en el sondeo que abordaba septiembre-octubre– que estaba de acuerdo con ella.
De ser una especie de idea loca
de pocas cabezas, la Asamblea Constituyente, como mecanismo para cambiar
la Constitución, ha dado saltos gigantes para posicionarse en el centro
del debate político
y este domingo se va a reconocer la primera demostración de esa fuerza,
cuando la iniciativa Marca Tu Voto (MTV) vea los resultados de la
campaña que viene realizando desde mayo de este año en el que piden una
cosa: marcar con AC el voto presidencial, en el extremo superior derecho.
Marca Tu Voto
partió el 4 de mayo con un manifiesto de 250 personas. “Hoy tenemos
grupos de Marca tu Voto organizados en las ciudades más importantes de
Chile, que permanecen activos en trabajo presencial y a través de las
redes, difundiendo contenidos, y llegando con un mensaje de
tranquilidad, que dé seguridad a la ciudadanía, refrendado en numerosas
ocasiones por el Servel”, explica Perla Wilson, quien participa en la
campaña. Hay más de tres mil observadores inscritos e instruidos en la
fórmula de conteo, se han desarrollado jornadas de capacitación y están
distribuidos los materiales sobre la forma en que se actuará el 17 de
noviembre. “Ellos van a cubrir los locales de votación, y la información
sobre el número de marcas por mesas, se obtendrá de los apoderados de
partidos y candidaturas que han prestado su apoyo a la contabilización
de los votos”, explica Perla.
La campaña pide marcar sólo el voto presidencial con un AC, en el extremo superior derecho del sufragio.
En Marca Tu Voto participan personas ligadas al mundo de la política, organizaciones sociales, y un largo etcétera. Entre sus nombres se cuentan, por ejemplo, a la hija del presidente de la Democracia Cristiana, Elisa Walker, quien puso una de las primeras firmas por la campaña.
Marca tu Voto también ha tenido
reuniones con partidos políticos para “cuidar esos votos”. “Estamos
completando la articulación con los partidos políticos y candidaturas ,
cuyos apoderados colaborarán en el conteo de los votos marcados AC por
mesa y estamos, también, probando la plataforma de conteo para tener una
comunicación expedita el día de la elección por la noche”, cuentan
desde MTV.
TODOS FUMAN OPIO
“No nos pongamos a fumar opio”, decía el
senador Camilo Escalona en septiembre de 2012 sobre la idea de crear
una Asamblea Constituyente.
“El llamar a una Asamblea Constituyente
sin decir cómo se va a hacer, ni con qué mayorías se cuentan como para
poder ejecutarla, yo creo que no es una propuesta seria”, decía Andrés
Zaldívar en octubre de 2012, cuando le preguntaban por la idea. Sin
embargo, hoy la iniciativa no sólo es impulsada desde organizaciones de
ciudadanos, sino que el rechazo a la labor legislativa proviene también
del mundo político y académico.
“Plebiscito para una nueva
Constitución”, es un movimiento que también reúne a políticos,
académicos, dirigentes sociales y estudiantiles, en torno a esta idea.
La iniciativa comenzó a principios de junio cuando diversos actores
firmaron, en el Café Torres del Centro Cultural La Moneda, un
“Manifiesto Plebiscito para una Nueva Constitución”. ¿La idea? Promover
la creación de una carta fundamental democrática para el país y que
responda a las demandas sociales. La iniciativa promueve la vía del referéndum nacional que desemboque en una Asamblea Constituyente.
Para Carlos Ominami, una de las voces de
este grupo, las cosas vienen cambiando desde 2009 y eso se ha ido
extendiendo, “al punto que Bachelet lo tomó con fuerza, se ha ido
corriendo la cerca. Va cambiando el sentido común. La pregunta de si
necesitamos crear una Nueva Constitución ya está clara. El debate que se
viene es si esto se hará vía Congreso o por Asamblea. Ahí estará el
debate”, dice el ex senador.
Javiera Parada, de MTV, cuenta que han
tenido reuniones con varios candidatos liberales. “Hemos tenido
conversaciones con algunos dirigentes de partidos de la derecha, que si
bien no son partidarios, están llanos a conversar sobre la posibilidad
de un nuevo pacto social en el cual nos sintamos todos los chilenos
representados”.
¿Por qué el mensaje ha ido saliendo de
la marginalidad y está entrando en el corazón del debate político? El
analista político de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes,
tiene una idea: “La combinación del movimiento Marca tu Voto, que fue
capaz de colocar un mensaje y estrategia simple y clara; pero, además,
la sociedad chilena hoy está más consciente que ciertas leyes afectan
sus vidas, como educación, salud y derechos básicos”.
Si bien el mensaje ha ido creciendo
este último año, Ricardo González, coordinador del Área de Opinión
Pública del CEP, analiza las cifras en general de la última encuesta: un
44,7% está de acuerdo, un 21,5% no está de acuerdo, un 31% no sabe y un
2,8% no contesta. “El porcentaje de encuestados que responde que no
sabe es el más alto de la pregunta sobre propuestas de campaña –seguido
por la reforma al sistema binominal, en cuyo caso un 27,4% responde que
no sabe si está de acuerdo con esa reforma–. Esto está en línea con el
poco interés que muestra la gente sobre los temas políticos,
evidenciado, por ejemplo, en la encuesta CEP de julio-agosto 2013, en
que sólo un 11% de los encuestados afirma leer noticias sobre política,
conversar con amigos y con su familia sobre política. Por lo tanto, me
parece que estas cifras apuntan a que el tema no estaría instalado del
todo en la opinión pública”.
SIN ODIO, SIN MIEDO…
“Creo que es una iniciativa positiva,
hay que buscar formas en que la ciudadanía pueda expresarse (…) se ha
sido bastante claro en decir que eso no anula el voto y por lo tanto
debe contabilizarse”. La frase no corresponde a ninguno de los rostros
que han impulsado la campaña del Movimiento AC, sino que son parte de
las declaraciones que este miércoles hizo nada más y nada menos que el
ex Presidente Ricardo Lagos.
Muy en su estilo y tono, el ex
Mandatario agregó que “no hay que oponerse, porque la duda es si esos
votos se van a contar o no se van a contar y, para eso, lo fundamental
es instruir a los apoderados de la Nueva Mayoría a que ese voto tiene
que contarse”.
Un espaldarazo público no menor a la
iniciativa, una señal que abiertamente apunta a tratar de disipar los
miedos que hay en sectores del electorado de oposición que no miran con
malos ojos sumarse a la campaña de marcar en el sufragio su apoyo a una
Asamblea Constituyente, pero que temen que su voto sea anulado en el
recuento.
Es precisamente en este grupo del
electorado que se cruzan los intereses de este movimiento ciudadano y
los del comando presidencial de Michelle Bachelet, porque hay quienes
temen que la impugnación de esos votos sea el margen que determine el
paso obligado de la abanderada de la Nueva Mayoría a una segunda vuelta.
Las encuestas que baraja la Nueva
Mayoría apuntan a que su candidata se encuentra al filo de ganar en
primera vuelta, que promedia un 49,9%, que sólo le falta un suspiro y
que la orden en la derecha es precisamente tratar de forzar el balotaje.
Desde el comando de Avenida Italia
aseguran que “no tenemos una crisis de histeria por los votos que pueden
ser anulados”, sin embargo, reconocen que “sí vamos a tomar las
precauciones necesarias”, ante el antecedente de que los apoderados que
despliegue en cada mesa la Alianza para defender los votos de su
candidata, Evelyn Matthei, tratarán de impugnar la mayor cantidad de
votos Bachelet que tengan la marca AC y no así en el caso de los
llamados candidatos “chicos”, ya que mientras más apoyo tengan ellos más
difícil para Bachelet amarrar su regreso a La Moneda la misma noche del
domingo.
No es gratuito que, en estos días,
saliera la Fundación Jaime Guzmán a pedir que “no se marque” el voto,
que la elección es para elegir el próximo Presidente y no para expresar
otras demandas, mientras que uno de los jerarcas de la UDI, Jovino
Novoa, sentenció que el llamado a marcar AC es “una campaña que le hace
mal al país, Chile no está en una situación de crisis como otros países
que han tenido que tener Asamblea Constituyente”. En ese contexto,
reclaman desde la Nueva Mayoría y AC que es “evidente” el intento por
crear miedo.
“Lo que nos preocupa es que termine
siendo un arma de doble filo, que quieran pasar por sobre la ley”, dicen
desde el comando bacheletista. Eso sí, hay quienes consideran que no es
el principal temor, que no llega a ser un “dolor de cabeza”, porque
creen que la iniciativa AC ha sido captada solamente por una elite
informada y que no será finalmente una expresión mayoritaria en los
sufragios, incluso algunos dicen que no serían más de 30 mil en total.
Pero desde AC tienen otra visión. Ya
consideran un triunfo que el tema esté instalado en el debate público,
que instancias tan relevantes en el proceso como el Servicio Electoral
haya hecho un capítulo especial en sus cartillas de capacitación a los
vocales de mesa, dejando claro que son votos válidos, que deben ser
contabilizados en el recuento. Evitan amarrarse con alguna cifra mínima,
un umbral que consideren el piso para declarar la victoria del
movimiento, pero dejan en el aire que a nivel internacional las
iniciativas de ley populares cuentan con el apoyo entre un 5% y un 10%
del electorado que sufraga, un mecanismo que en Chile no existe, pero
que marca un antecedente del peso ciudadano que podría tener la Asamblea
Constituyente.
La ley es categórica, todos los votos
que tengan una marca pero que expresen claramente una sola preferencia,
son válidos y deben ser contados. Por lo mismo, el papel de los
apoderados será clave el domingo a la hora de los recuentos. La Nueva
Mayoría cuenta con unos 40 mil a nivel nacional, lo que casi le permite
cubrir el universo total de mesas de votación del país y el Movimiento
AC ha reclutado a unos 3 mil voluntarios, que son “observadores”, ya que
la ley no los reconoce, por lo que no pueden opinar durante el recuento
y sólo pueden contabilizar en silencio.
Lo cierto es que no existe coordinación
formal. Desde el comando dicen que efectivamente ha habido
conversaciones con el Movimiento AC a nivel regional y comunal en muchas
zonas del país, pero que no hay una “bajada oficial” y, por tanto, si
algún apoderado de la Nueva Mayoría quiere llevar el recuento de los
sufragios marcados “es su decisión”. En algunas partes donde se están
coordinando ambos grupos han existido roces, porque los apoderados de
Bachelet piden reciprocidad a la hora de defender los votos de su
candidata, lo que no ha gustado a muchos en el movimiento.
En todo caso, las gestiones desplegadas
estas semanas han llevado a unir fuerzas igual. Sólo en estos días
públicamente partidos de la Nueva Mayoría como el PPD, los radicales y
el PC han comprometido la colaboración de sus apoderados durante el
recuento de votos del domingo para llevar el conteo de las AC que surjan
de las mesas y evitar los intentos por anular los sufragios. Se han
sumado los Ecologistas, Los Humanistas y, desde el inicio del movimiento
–en mayo–, el Partido Progresista.
Pero sobre todo, las gestiones que han
resultado claves han sido con el Servel. En el Movimiento AC reconocen
que han sido “recibidos todas las veces que lo hemos pedido” y que ha
sido un aporte la arremetida pública que ha hecho esta instancia las
últimas semanas llamando a cumplir la ley, o sea, a no anular los
sufragios presidenciales que tengan una preferencia nítida y que tengan
la marca AC. Una y otra vez, el presidente del consejo del Servel,
Patricio Santa María, ha salido a explicar las veces que sea necesario
que “ese voto se cuenta para la preferencia que está marcada y además se
registra, en la parte de observaciones del acta, indicando la
preferencia marcada y el tipo de marca, señal, gráfica, sigla, dibujo,
etc.”, también ha criticado “el desconocimiento que hay, no solamente en
los electores, sino que a nivel de los candidatos respecto de una
legislación que debiera ser básica. La carencia de educación cívica es
dramática”.
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