Por: Milan Mauricio Grušić Ibáñez. Yo también te funé.
21 de noviembre de 2011, voy caminando hacia avenida Pocuro, comuna de Providencia. Esta comuna es una de las más ricas del país y una de las más modernas de la capital de la satrapía Imperial de Chile, Santiago. Me encuentro con un grupo de manifestantes, y me preocupa el que sean fascistas en apoyo al homenaje a un militar chileno.
Veo con asombro que los manifestantes se unían a otro grupo mayor en el frontis del Club Providencia, donde se realizaría dicho homenaje. Eran unos dos mil manifestantes que se expresaban en una calurosa funa a un asesino de los tiempos de la dictadura militar chilena.
Funa: manifestación de denuncia y repudio público contra una persona o grupo que cometió una mala acción. En especial referencia a crímenes de lesa humanidad cometidos por agentes del estado chilenos en la dictadura de Pinochet.
Carteles, pancartas y lienzos expresaban la cólera e indignación de un numeroso grupo de personas, ante una afrenta a la dignidad del Chile del siglo XXI. Acompañados con cánticos y gritos que enunciaban un dolor profundo de un pueblo que hasta el día de hoy no ha encontrado la paz, através de la justicia y el castigo a los criminales responsables de las mas crueles y bajas formas de tortura jamás imaginadas.
El Honorable militar homenajeado era Miguel Krassnoff Martchenko, conocido como el “Príncipe”. Brigadier y Jefe de Estado Mayor, que participó como miembro del Ejército en el Golpe de Estado en Chile de 1973, en el asalto a la casa presidencial de Tomás Moro, y posteriormente, en diversas misiones como miembro designado de la policía secreta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), durante el período del Régimen Militar dirigido por Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
El Príncipe cosaco, demostró desde muy pequeño su ira contra los comunistas, ya que estos habían sido los responsables de la muerte de su padre y su abuelo, supuestos lideres cosacos. Al término de la Segunda Guerra Mundial, su padre, abuelo y otros oficiales cosacos, fueron capturados por los británicos. Ambos fueron enjuiciados y condenados a muerte como criminales de guerra y traidores a la patria, por apoyar al Tercer Reich Alemán, siendo posteriormente ejecutados en Moscú.
Ya podemos percibir la personalidad de un sicópata criminal, abalado por una dictadura, que tubo en sus manos la vida y dignidad de muchísimos chilenos que sufrieron su ira, enfermiza, y perversión extrema hacia todo lo que fuese visto como causante del dolor y drama de su familia.
El Ejercito de Chile pudo darle un espacio virtuoso a una mente fascistoide y corrompida con el odio. El modelo prusiano de nuestro ejército; por sus uniformes, disciplina, verticalidad del mando, enseñanza y similitudes generales con la cultura militar prusiana; entrega al cosaco el ambiente perfecto para desarrollar su perversidad y depravación excedida.
Por otro lado tenemos al Alcalde de la comuna de Providencia, don Cristián Labbé. Coronel (R), ex agente de la temida DINA, señalado como uno de los instructores de los agentes del Cuartel Terranova, centro de detención, tortura y desaparición, de Villa Grimaldi. Militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido ligado a la más rancia conservaduría criolla, al OPUS DEI y al fascismo militarista chileno. Muy cercano al Partido Popular (PP) de España.
El fascista edil realizó este 21 de noviembre, un homenaje en el club homónimo de la comuna, en honor a Miguel Krassnoff, producto del lanzamiento de la cuarta edición del libro “Prisionero por servir a Chile”.
El efecto del homenaje, no sólo produjo la inquietud de la oposición socialdemócrata “concertacionista” y la izquierda “extra concertacionista”, sino que además al mismísimo oficialismo de la ultraderecha UDI y de los seudo liberales de Renovación Nacional (RN), partido del Presidente Sebastian Piñera. La Oposición en pleno rechazo a un acto vergonzoso; y, el Oficialismo, tratando de desligarse de la imagen fascista que siempre la acompaño en la oscuridad de tu ideología. Ahora entiendo la frase de la campaña presidencial de Piñera, “SÚMATE AL CAMBIO O BIENVENIDO AL CAMBIO”.
El mal manejo económico, político y social de la administración Piñera, su bajo apoyo popular descrito en todas las encuestas y su propio carácter estólido e incoherente, se ha visto aun mas perturbado por los actos de alguno de sus aliados que, en vez de trabajar por un buen gobierno, terminan mellando la triste imagen de una gestión que apenas lleva veinte meses de constantes burradas y pelotudeces que no terminan.
Ya queda claro que en Chile la justicia y el castigo se reemplazo por el perdón y el olvido, provocando que los criminales se vean con la autoridad y el derecho de hacer y deshacer en su libre albedrío, sin remordimientos y sin pudor alguno. ¿Acaso existe algún país civilizado en el mundo que de espacio al fascismo, sin poner límites a su actuar impune?
Como dijo el primer presidente concertacionista, post dictadura, “justicia en la medida de lo posible”. Esta frase sentenció al democristiano Patricio Aylwin como un cobarde y un traidor al pueblo que confió en que se lograría la justicia y el castigo, anhelado por el pueblo chileno, a los responsables de crímenes contra lesa humanidad.
Hasta hoy en día, sólo hay pocos militares condenados. Mucho de los que fueron colaboradores civiles de la dictadura, hoy militantes UDI-RN y miembros gubernamentales, nunca fueron juzgados por su participación, directa e indirecta, en los crímenes, y malversaciones, perpetuados en el gobierno militar de Pinochet.
Una bella tarde en la comuna de Providencia, opacada por un homenaje a un criminal. Numerosos efectivos de la policía de Carabineros de Chile, y su división represora de “Fuerzas Especiales”, no tardaron mucho en comenzar la represión impúdica contra jóvenes, mujeres y hombres adultos, familias, vecinos, lisiados y mascotas.
Carros lanza agua a presión (guanacos), vehículos menores lanza humo lacrimógeno (zorrillos), y un sin fin de efectivos plenamente apertrechados, se lanzaron al ataque contra los ciudadanos, vecinos y “contribuyentes” que protestaban contra el homenaje a un criminal.
El nivel de corrupción de un país se ve reflejado en el actuar de sus fuerzas policiales. Chile no es una excepción en ese aspecto, sobre todo cuando vemos el actuar policial de ese día. Hay que aclarar que en Chile las manifestaciones son un derecho consagrado en nuestra Carta Fundamental, y en los tratados internacionales ratificados por Chile sobre temas de DD. HH.. La regulación de este “derecho” es abiertamente inconstitucional, pero en el año 1983, en plena dictadura fascista, fue promulgado un Decreto Supremo dando atribuciones a un gobierno de impedir el ejercicio de nuestros derechos.
D.S. Nº 1086 art.2 letra A.
Los organizadores de toda reunión o manifestación pública deben dar aviso con dos días hábiles de anticipación, a lo menos, al Intendente o Gobernador respectivo. Las Fuerzas de Orden y Seguridad Públicas pueden impedir o disolver cualquier manifestación que no haya sido avisada dentro del plazo fijado y con los requisitos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario