El
Primer Juzgado Civil de Valdivia citó para este viernes al Consejo
de Defensa del Estado (CDE) y
a la empresa Celco-Arauco para informarles sobre los resultados
de una eventual conciliación que permita poner fin a la demanda interpuesta en abril de
2005 para reparar el desastre ecológico causado por las descargas de la Planta de
celulosa Valdivia al Santuario del Río Cruces.
Cabe
apuntar que el pleno del Consejo de Defensa del Estado recientemente resolvió
no transigir en esta etapa. Por lo tanto, sólo resta que la jueza Gloria
Hidalgo, a cargo de la causa, dé a conocer el fallo de primera instancia que,
todo indica, será condenatorio para la citada firma.
De cara a este decisivo momento, los ciudadanos agrupados
en el Movimiento Acción por los Cisnes,entregaron una declaración en la que
valoran la postura del del CDE de descartar la opción de negociar un acuerdo
con la empresa, al tiempo que hacen un llamado a Celco-Arauco para que
reconozca sus responsabilidades de cara al desastre ecológico. Además llaman a
asumir la restauración del Santuario del Río Cruces como un proceso
participativo. Revisa aquí el detalle :
1.-Valoramos la decisión de no transigir del CDE, la que le fue
solicitada oficialmente por Acción por los Cisnes y otras organizaciones ciudadanas y
ambientales en septiembre de 2012. Esta decisión del CDE
hace posible que ocurra un fallo de primera instancia,que es lo que toda
la comunidad de Valdivia ha estado esperando desde que se interpuso
la demanda, en abril de 2005.
2. Un
fallo condenatorio en contra de Celco-Arauco es necesario como primera medida
de restauración de la confianza pública en la justicia y en las instituciones
ambientales. Sólo con ello se inicia la reparación de los
profundos daños ecológicos, sociales, económicos y a la identidad que
perduran hasta hoy por el desastre del Santuario del Río Cruces.
3.-
Hacemos un llamado a Celco-Arauco a reaccionar ante el
fallo reconociendo públicamente su responsabilidad en este desastre. Tal responsabilidad
ha sido demostrada por sus reiterados incumplimientos legales, muchos de
ellos ratificados por la Corte Suprema, así como por graves fallas en la operación de la planta de celulosa
Valdivia desde
los inicios de su operación. Sólo un reconocimiento genuino de sus
responsabilidades por parte dela firma abre el camino para un proceso de
restauración del ecosistema dañado, sino y de los vacíos legales y las
conductas que lo causaron.
4.- Recordamos a las autoridades y servicios públicos de
Valdivia que estamos disponibles para que las medidas de restauración e indemnización que se deriven de
esta causa sean diseñadas con la participación activa de los ciudadanos movilizados, las
comunidades afectadas, la comunidad científica y artística de Valdivia, en
suma, con quienes hemos venido trabajando durante casi una década para
detener este desastre y recuperar el Santuario del Río Cruces para la ciudad y la
región.
5.-
Llamamos a todos los actores a asumir la restauración del Santuario del Río Cruces, a partir de un fallo
condenatorio, como oportunidad para impulsar un proceso colectivo
de recuperación y valoración de nuestros ríos y humedales. Llamamos a los
pobladores, organizaciones sociales y ciudadanas, servicios públicos,
académicos, artistas y empresarios de Valdivia, comprometidos con la
protección de nuestros humedales, a sumarse a este proceso para que de él
surjan capacidades renovadas para proteger el territorio donde
hemos elegido vivir.
6.-
Valoramos el compromiso de quienes han participado desde distintos roles, como
abogados, peritos o testigos, y han sabido sortear la precariedad legal y
material de nuestro marco institucional para hacer posible la demostración
judicial de la responsabilidad de Celco-Arauco en el desastre del Río
Cruces.
7.-
Acción por los Cisnes, las comunidades afectadas por el desastre, los armadores
fluviales del Río Cruces y los ciudadanos de Valdivia en general, seguimos
atentos y activos para velar porque las decisiones que se tomen
representen nuestras aspiraciones de justicia, equidad y custodia de la
naturaleza.
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