lunes, 10 de marzo de 2014

Honor y Gloria a la estudiante Chilena Giselle Rubilar caída en la #Venezuela Bolivariana, por una bala en su cabeza propiciada por la intolerancia de los fachos en ese país.

La mujer de 47 años -que falleció luego que encapuchados le dispararan una bala en la cabeza en la localidad de Merida, en Venezuela-, era estudiante de la Universidad de Los Andes de esa ciudad, donde sus padres son profesores. Giselle era de los que llamaban a marchar para defender el gobierno de Maduro y opinaba de la contingencia de Chile. Crítica de Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, defendía la lucha del pueblo mapuche y llamaba a la diputada comunista Camila Vallejo “a definirse”.
Eran pasadas las nueve de la noche del pasado sábado en la intersección de las calles Los Próceres con Lomas de los Vientos -en Merida, Venezuela-, cuando la chilena Giselle Rubilar llegó junto a un grupo de personas a limpiar los escombros dejados por las barricadas que algunos manifestantes habían encendido durante el día. La mujer era vecina del sector, y luego de despejar la calle, se quedó vigilando para evitar que rebrotara la protesta. En eso estaba cuando un grupo de encapuchados irrumpió en el lugar y le disparó un balazo en la cabeza.

Otras dos personas recibieron las balas de los desconocidos y los tres fueron trasladados al Hospital Universitario de Merida, donde la chilena murió 24 horas después, pasadas las diez de la noche de este domingo.
Giselle Rubilar Figueroa era estudiante de la Universidad de Los Andes de Merida, donde cursaba una maestría en educación. Uno de sus profesores, Pedro Rivas, comunicó su fallecimiento a través de su cuenta de tuiter. El académico señaló además que su padre, LuisRubilar, es profesor del Núcleo Rafael Rangel de Trujillo, en la misma universidad, al igual que su madre, María Figueroa. Según la misma fuente, ambos formaron parte de la Unidad Popular en Chile, y fueron desde siempre militantes de izquierda.
Uno de sus amigos, Freddy de Jesus, relató lo sucedido al canal 24 Horas: “Ella estaba a una cuadra de donde estaban las barricadas. La comunidad pretendía evitar que se hicieran las barricadas que se instalan hace más de un mes. Estos grupos están armados. Los señores que hacen estas “guarimbas” disparaban a la gente que quería evitar las barricadas. Los que estaban con ella en ese momento cuentan que de repente la vieron caer. Esto fue la noche del sábado. No recuperó el conocimiento en ningún momento. La bala entró por su sien y salió por la otra sien”.
El informe del Hospital Universitario que la acogió herida la noche del sábado -publicado por el diario Correo del Orinoco, del gobierno venezolano-, señala que la mujer fue internada “por presentar herida por arma de fuego a nivel facial específicamente en el epicante externo del ojo izquierdo, por su estado critico se encuentra en la sala de traumaschok”.
Además de Giselle, también ingresaron al recinto hospitalario José Rincón, de 51 años -”por presentar herida por arma de fuego en el ante brazo izquierdo y heridas a nivel craneal por supuestos objetos contundentes”-,  y Javier Osuna, de 39, -”por presentar herida por arma de fuego en miembro superior derecho al nivel de la mano con orificio de entrada y salida”-, aunque los dos hombres ya se encuentran fuera de riesgo vital.
El documento del centro asistencial agrega que “Es de hacer notar que estas personas con otro grupo de personas en horas de la media noche se encontraban retirando las barricadas y escombros que obstruyen el paso hacia el sector “Pie del Tiro”, en la avenida Los Próceres de esta ciudad, cuando fueron emboscados por un grupo de encapuchados que arremetieron contra estas personas mediante disparos por arma de fuego y lanzamiento de objetos contundentes por intentar abrir el paso hacia sus residencias”.
La chilena pasó gran parte de su infancia en el país bolivariano, para luego regresar a Chile por doce años y luego retornar al país donde sus padres están arraigados. Madre de cuatro hijos -tres mujeres y un hombre-, adscribía fervientemente a la revolución impulsada por Hugo Chávez y que actualmente intenta ser dirigida por el presidente Nicolás Maduro. De hecho, convocaba y participaba de las marchas que exigen paz en Venezuela, y era una activa usuaria de las redes sociales.

BOLIVARIANA

“En el terreno de la política internacional, ¿Con quién estás, Michelle?“. La frase publicada en su Facebook el 16 de diciembre del año pasado, acompañaba una fotografía donde se veía a la presidenta electa saludando al líder opositor venezolano, Leopoldo López.
Giselle Rubilar era crítica, muy crítica. Numerosos posteos en su cuenta de Facebook dan cuenta de su apoyo a Marcel Claude en la última elección presidencial chilena, y de sus críticas tanto al presidente Sebastián Piñera como a la gobernante entrante. Proclive al movimiento estudiantil, la lucha del pueblo mapuche y la causa feminista, era una clásica militante de izquierda.
Sobre la realidad venezolana, su postura era clara. En uno de sus posteos, entregó la siguiente explicación para las movilizaciones que han remecido al país caribeño en las últimas semanas: “Un proyecto de profundas transformaciones y con evidentes logros sociales (la “Revolución Bolivariana”) encabezado por un líder carismático como Hugo Chávez generó desde el comienzo fuerte resistencia de los sectores más conservadores”
Junto a sus frases y proclamas, aparecen numerosas fotografías de Giselle participando en las marchas de apoyo al gobierno de Maduro. Hablaba de “fascistas”, para referirse a los opositores, y era partidaria de salir a frenar las barricadas a la calle. “En el hospital del seguro social (a dos cuadras de mi casa) los guarimberos (los que levantan las barricadas)se han dedicado a asediar a los médicos, personal del hospital, familiares de los pacientes, a cualquier persona que entre o salga de ahí, así como la entrada de medicamentos y alimentos, a tal punto que han tenido que trasladar gran parte de los pacientes hospitalizados a otro lugar. Estas son algunas de las acciones que nos muestran el grado de locura y violencia de estos grupos fascistas, que se hacen llamar estudiantes, de lo cual ya esta confirmado que de todos los detenidos hasta ahora solo un 30% son estudiantes”, señaló hace algunos días en la red social.
Pero no todos los comentarios de la mujer de 47 años hacían referencia a la coyuntura venezolana. De hecho, mandaba recados a algunos dirigentes chilenos de la izquierda. Luego de publicar una foto de la diputada comunista Camila Vallejo -donde esta fustigaba a la derecha por sus críticas a Venezuela-, escribió no sin poca suspicacia “no se termina de definir Camilita”.
“Quienes queremos paz, somos mayoría, no te dejes manipular por los medios”, fue otro de sus  mensajes cuando las protestas callejeras arreciaban, los que acompañó de una fotografía que aseguraba que “Chávez late en Latinoamérica”. Admiradora del escritor argentino Julio Cortazar y del uruguayo Mario Benedetti, se daba tiempo para compartir poesía y literatura. En diciembre pasado, dos meses y medio antes de ser asesinada por una bala fantasma en las calles venezolanas, escribió: “Para que vivir si no es para amar y luchar por la libertad”.
Su último mensaje, fue una imagen alusiva al día de la mujer, donde escrito con spray blanco sobre el cemento se lee “Mujer bonita es la que lucha”.

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