lunes, 15 de diciembre de 2014

¿ANTI-COMUNISMO? ¡ANTI-MISPELOTAS!

Provincia Imperial, Chile, diciembre de 2014.

Por: Milan Mauricio Grušić Ibáñez

Ha sido un año complicado para los movimientos sociales y para mí en lo personal, ya que se han producido diversas divisiones en los objetivos a seguir, muy de la mano con la incorporación del Partido Comunista de Chile en la Nueva Mayoría, la coalición continuista de la difunta Concertación de Partidos por la Democracia.

Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y Piñera, fueron los grandes protagonistas de una transición que aun no acaba y mantiene a una ciudadanía prisionera de la Constitución de Pinochet y de la desgraciada Democracia de los Acuerdos, que sólo ha servido para mantener en el poder a un grupo de privilegiados y demorar eternamente un nuevo Contrato Social, que sí represente a la mayoría de los chilenos.

Recordemos que en la histórica Revolución Pingüina de 2006, los secundarios fueron traicionados por muchos de sus dirigentes que pertenecían o tenían gran simpatía por algunos de los partidos concertacionistas. Fue claro que esos dirigentes atendieron los reclamos de sus compas, en ese tiempo, pero también fue obvia la acción de sofocar los reclamos de los estudiantes, por la propia intervención del Partido Socialista de Chile. Eso dio pie al engaño propiciado por La Moneda, donde aun recordamos la imagen de la Alianza fascista junto a la Concertación oficialista, tomados de las manos en señal de triunfo, en el que se derogó la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) de Pinochet, que imponía la libertad de enseñanza por sobre el derecho a la educación misma y se reemplazó por Ley General de Educación, que continuo con el derecho a la libertad de enseñanza por sobre el mismísimo derecho a la educación, que debiere tener todo chileno y que en tiempos pretéritos, llevó al país a ser reconocido, mundialmente, por su calidad de educación, inclusión y no segregación por clases sociales.

No se puede negar que la exclusión, por clase social, ha sido el gran factor del deterioro constante en que se ha sumergido la educación chilena. Dando pie a que la educación se transforme en un bien de consumo y no en un derecho. Generando colegios particulares para ricos, colegio particulares subvencionados por el estado con doble financiamiento por los apoderados y los colegios municipales, ex-públicos, completamente destruidos y abandonados.

Los profesores tampoco han pasado momentos felices por más de dos décadas, ya que, la deuda histórica que se generó con el traspaso de los colegios públicos a los municipios, aun no se paga. La precariedad de la labor docente es pan de cada día, no hay estabilidad laboral, existe abuso hacia los profesores por parte de la patronal municipal y privada, practicas anti-sindicales, espacios y medios impropios para la labor educativa, robo, atraso y no pago de remuneraciones, agresiones de apoderados a los profesores, jubilaciones miserables para un profesional universitario, etc.. El ser un profesor en Chile, se ha constituido en un martirio constante, donde el profesional de la educación se ve enfrentado a los espacios más hostiles que uno pudiere imaginar, que incluso los han llevado a ser victimas de agresiones gubernamentales y de apoderados, que han puesto en peligro su integridad física y sus propias vidas.

En la administración Piñera, continuadora de los gobiernos concertacionistas, volvió a generarse un ambiente propicio para desatar una Nueva Revolución Estudiantil, esta vez protagonizada por los universitarios, cansados de un sistema que promueve el lucro de sostenedores de las casas de estudio y que ahoga en deudas a los alumnos, que antes de terminar sus carreras ya mantienen compromisos con los bancos, que en muchas ocasiones resultan impagables, ya que suelen aparecer en boletines comerciales que les impiden encontrar trabajo.

Uno puede entender que las universidades privadas cobren por sus carreras, pero es enfermizo pensar que el Estado tenga que financiar a esas casas de estudio, en desmedro de sus propias universidades, como también el hecho que las propias universidades estatales tengan que auto-financiarse.

Antes, un joven elegía que estudiar, en base a su vocación o interés. Después de la dictadura, quienes elijen son los padres… y el mercado.

Ya estaban las bases fundacionales para establecer las diferencias que existían entre los ciudadanos y el poder político de la Alianza y la Concertación. Una unidad, de la oposición a estos dos bloques políticos, sé logró formar, para enfrentar al continuismo conservador constante de los políticos con representación parlamentaria.

Universitarios, secundarios, profesores y apoderados, tenían trazados sus objetivos a seguir en el marco de volver a transformar la Educación en un Derecho para Todos.

Y así comenzó la segunda arremetida de los estudiantes chilenos, miles y ciento, marcharon por las calles de Santiago y provincias. Avanzar sin tranzar, era la consigna popular.

Fue tan grande el movimiento estudiantil, que dio fuerza a otros movimientos sociales para que siguieses su ejemplo de lucha, en las calles.

Claro, aunque Piñera fue un continuista de la Concertación, su base política se situaba en la derecha fascista. Ante eso, la represión fue brutal e inhumana hacia los jóvenes, y en eso mucho tuvo que ver el ex Ministro del Interior, el nazi-sionista Rodrigo Hinzpeter.

Al término de la administración Piñera, considerado uno de los peores gobiernos de la historia de Chile, era claro que la Concertación querría volver a La Moneda. Y no encontró mejor ocasión para simpatizar con las causas y movimientos sociales producidos hasta ese entonces.

En ese tiempo, aun el Partido Comunista de Chile (PCCh), mantenía un poder grandiosamente histórico en muchas organizaciones sociales, marchando con sus banderas, junto a nosotros, con orgullo y lealtad.

El Partido Comunista Chileno Acción Proletaria, el Movimiento Amplio Social, Izquierda Ciudadana, el Partido Progresista, Partido Humanista, el Partido Ecologista Verde, el Partido Igualdad, Izquierda Cristiana, Mapu, MIR, FPMR, etc., con mayor visión política que los partidos gobernantes, de motu proprio, se unieron a las demandas educacionales desde un principios. Entendiendo que las demandas eran de justicia absoluta. Fue ahí cuando muchos de ellos demostraron su verdadera lealtad al pueblo que lucha.

Pero, la hegemonía del Partido Comunista de Chile, era visible por todos lados. Sus dirigentxs estudiantiles, formadxs en la casa de Luis Emilio Recabarren y de Gladys Marín, lograron cautivar con su carisma y dominio de sus conocimientos, al punto de avergonzar, más de una vez, a viejos zorros de la política de los acuerdos.

Teníamos la fuerza para alcanzar el cielo, con nuestras manos desnudas. Sin lugar a duda, éramos imparables ante la represión del gobierno de Piñera y no teníamos las ganas, nuevamente, de ser engañados por la clase política patronal.

El “no poder”, fue una frase completamente erradicada en nuestro lenguaje, para reemplazarla por el “sí podemos”.

Lo que nunca imaginamos, se hizo presente en el ocaso del gobierno fascista, porque, aunque confiábamos en el “No” rotundo, de alguno de lxs dirigentxs estudiantiles,  a participar en la Concertación, para un futuro gobierno, en la oscuridad se mantenían conversaciones del Partido Comunista de Chile con la Concertación.

El no votar por la candidata Bachelet, bajo ninguna situación, se convirtió en un apoyo irrestricto. El no participar con la Concertación, dio origen a la Nueva Mayoría; y, nuestrxs dirigentxs estudiantiles, terminaron por convertirse en candidatos al Congreso Nacional.

Sorprendidos por la traición, los movimientos sociales quedamos huérfanos de liderazgos. Obviamente, fuimos utilizados, como plataforma política por el PCCh, que prefirió dejar a un lado la hegemonía que ostentaba en los movimientos sociales, para cambiarlo por el poder político que le daría la posibilidad de ser parte de la coalición concertacionista, hasta ese entonces oposición a Piñera. Sin duda, unos escaños en el Congreso Nacional le son rentables a cualquier partido político.

Sorprendidos por la situación, aun manteníamos una leve esperanza de que el PCCh lograría dar mayor impulso a los movimientos sociales y sus demandas.

La realidad fue muy diferente y más cruda de lo que hubiéremos querido pensar. El PCCh, entró en la Nueva Mayoría apoyando a la mismísima presidenta que traicionó al movimiento estudiantil de 2006 y sin más problemas, se unieron en muchos estamentos estudiantiles, sindicales y gremiales a la Nueva Mayoría, para obtener una mayoría plena y absolutista.

Nuevamente, un partido político, metió su cola para sofocar, nuevamente, a los movimientos sociales, tal como en su tiempo lo hizo el Partido Socialista de Chile.

Valga la redundancia, nuevamente nos metieron el pico en el ojo. Sólo fuimos utilizados, para seguir manteniendo el principio fundamental de la educación pinochetista, el derecho a la libertad de enseñanza por sobre el derecho a la educación. Y eso no puede ser desmentido por ningún comunista, ya que el gran defensor de ésta causa es la Democracia Cristiana, su actual aliado político.

Pero, no sólo el movimiento estudiantil fue traicionado. Los trabajadores de Chile fueron objeto del escuálido y vergonzoso reajuste al salario mínimo, propiciado por el gobierno actual de la Nueva Mayoría y la multi-sindical Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT), dirigida por Bárbara Figueroa, militante comunista.

Ya finalizando el primer año de gobierno de la Nueva Mayoría, de nuevo un comunista se ve envuelto en un descrédito y me refiero a Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores, que logró acuerdos con su actual gobierno, a espaldas de los trabajadores de la educación. Esto llevó a la generación espontánea de muchos profesores que decidieron realizar un #parodocente, que hasta hoy se mantienen con más de mil colegios en paro, produciendo un terremoto en el gobierno y en el mismo Magisterio, dejando al líder gremial en el más absoluto descrédito frente a los profesores y ante la ciudadanía.

Pero eso no bastó para remecer al PCCh y a la N.M., ya que la desprestigiada CUT no se le ocurrió mejor forma de apagar el fuego que echándole más bencina y apoyar, a rajatabla, al líder del Magisterio. “La militante comunista líder de la CUT, salvando el honor y el trasero del militante comunista líder del Magisterio”.

No bastando con eso, aparece el escándalo de la Universidad ARCIS, que hasta hace poco tiempo era la universidad del Partido Comunista de Chile.

Mucho tiempo hace, que dicha universidad posee problemas financieros, a pesar de recibir dinero desde el extranjero y de ser una de las universidades privadas más caras, en costos de arancel y matriculas.

Según se supo, millonarios recursos provenientes de la República Bolivariana de Venezuela y destinados a la Universidad ARCIS, fueron invertidos en otros fines. El ex rector de esa casa de estudios, el sociólogo y escritor Tomás Moulián, honorable militante ex comunista, informó a la prensa que, probablemente, los dineros sirvieron para financiar campañas electorales del Partido Comunista de Chile. A fines del 2013 y comienzos del 2014, el PCCh, a través del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL), terminó por desvincularse del proyecto de educación superior. Hasta el momento, la comisión de investigación del parlamento, no acaba de evacuar un informe completo al respecto. Es verdad, no se ha cometido ningún delito, pero, la comunidad movilizada de la universidad y sectores de la opinión pública, califican esta situación como poco ética e inadecuada, por decir lo menos, en relación al supuesto tipo de enseñanza que pretendía impulsar el PCCh (pluralismo, democracia, reflexión crítica y vocación pública).

Una década antes, Max Marambio, el empresario requerido por la justicia cubana y sostén económico de la ex candidatura presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, ya había realizado el retiro de sus dineros en su condición de accionista de la propiedad de la ARCIS.

La comisión investigadora de la cámara de diputados, ha sufrido un conjunto de temblores, debido a los cabildeos propios de los bloques políticos que administran el Estado ultra liberal chileno y vanguardia mundial del capitalismo, la Nueva Mayoría (ex Concertación + el PCCh) y la Alianza. Como suele ocurrir, el curso y resultado de la comisión están determinados por la composición y relaciones de fuerza de dos conglomerados funcionales a los intereses de una educación al servicio de la ganancia privada, objetivo demasiado distante de la demanda de la Comunidad Triestamental (funcionarios, docentes y estudiantes) de la ARCIS que originó su formación.

Ya no sólo era el PCCh, sino que además, era el Ministro de Educación, parlamentarios de la ex Concertación, incluso la propia UDI, que sin tener afinidad ideológica, defienden el modelo de enseñanza de la dictadura. Toda una conjura…

Para los que tuvimos una vida militante, en un partido de izquierda, no nos extraña el comportamiento de los líderes políticos, que son capaces de las más grandes traiciones con tal de obtener poder. Ha pasado y seguirá pasando, como una especie de “Déjà vu” permanente, que irrita la conciencia de los que criticamos el sistema.

No se trata de una lucha ideológica contra el Partido Comunista de Chile. A pesar de existir diferencias políticas, desde el Anarkismo no se ve el ideario comunista como un enemigo. Luchamos juntos en muchos países y continentes, a lo largo de la historia, pero, siempre llegaba algo que rompía con la armonía existente y eso se daba cuando el comunismo partidario accedía al poder parcial o total.

“Libertad sin socialismo es privilegio e injusticia; Socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad”. M. Bakunin.

Y así mismo se fue gestando una situación que me dejó perplejo.

Insultos, agresiones personales, calificaciones irresponsables e injuriosas, se fueron multiplicando de forma súbita.

No fueron sólo los alumnos, funcionarios y docentes de ARCIS los agredidos, también se sumaban los trabajadores disidentes de la actual dirigencia de la CUT y para coronar la torta, los mismos profesores, vilipendiados por el líder del magisterio y en muchos casos hasta golpeados por matones del partido del pueblo.

Fashos qlos…!!!
Traájan pa la Matthei…!!!
Cuanto le´ paga la UDI…!!!
Se le vendieron a la deresha…!!!
Le´ paga la CNI…!!!
Troskos jo ´e puta…!!!
Ultrones muerto de hambre…!!!
Encapuchaos qlos…!!!
Así mehmo jue que weones como utées cagaron la UP…!!!

Los mismos calificativos que expresaba el Partido Socialista de Chile a los ultrones del PCCh, cuando éstos eran opositores.

INCLUSO HAN CAÍDO EN LA DESFACHATEZ DE SACAR A COLACIÓN A LOS CAÍDOS EN DICTADURA, COMO PROPIEDAD PRIVADA DEL PARTIDO Y PONERLOS EN LA MESA PARA DAR FE DE LO HONORABLES, DIGNOS E INTOCABLES QUE SON. LOS MUERTOS EN DICTADURA Y LOS QUE AUN ESTÁN CALIFICADOS COMO DESAPARECIDOS, SON DE TODOS LOS CHILENOS, DE SUS MEMORIAS Y DE LA PROPIA IDENTIDAD NACIONAL Y NO PERTENECEN A PARTIDOS U ORGANIZACIONES POLÍTICAS.

No tengo duda que muchos militantes del Partido Comunista de Chile, hoy se sienten confundidos de cómo su partido se transformó en un verdadero nido de ratas ambiciosas de poder. Soy conciente que muchos prefieren guardar silencio al ver a su partido desmoronarse a pedacitos, por ser parte de la actual Nueva Mayoría.

Ya no se trata de peleas de poder, entre dos grupos políticos, se trata de situaciones que han llegado a ser personales. NO SE PUEDE CRITICAR AL GLORIOSO PARTIDO COMUNISTA DE CHILE. Y el que osa cometer garrafal falta, es crucificado en un madero, con tres clavos y una zanahoria en el culo.

Si no estudias en la ARCIS, no puedes opinar; si no eres de la CUT, no puedes opinar; si no eres del Magisterio, no puedes opinar; si no eres del PCCh, no puedes opinar… Me pregunto: ¿En el PCCh deben de haber muchos de la DC y de la UDI, ya que se la pasan criticándolos a cada rato? ¡Creo qué es una pregunta valida! ¿O es muy weón lo que estoy diciendo?

Hay algo que me lo enseñó la vida y es que: “No hay peor patrón que un patrón comunista”.

Y es por eso que hoy en día, teniendo diferencias ideológicas con el Partido Comunista Chileno Acción Proletaria (PC-AP), me siento complacido de poder llamarlos compas, ya que en la calle, no hacemos diferencias de banderas, sino que seguimos luchando contra el capitalismo, cruel y despiadado. No nos sentamos con los que desangraron a los compañeros caídos en dictadura, no hacemos alianzas con los que roban las riquezas de nuestra tierra y mucho menos cenamos con Rockefeller, Luksic y Edwards, auspiciado por la minera canadiense Barrick Gold. No nos vendemos por un poco de poder, luchamos contra el poder.

Sé que ésta columna será despreciada, sé que los insultos no pararán y tengo más que claro que algún Jotoso querrá dárselas de héroe conmigo, como significó la conducta del militante comunista Pablo Luco, quien cobardemente golpeó a Mónica Quezada, la madre de Matías Catrileo, joven asesinado en la administración Bachelet.

Las palabras están escritas, no hay arrepentimiento, hay emplazamientos a un partido político que perdió toda credibilidad ante el pueblo que lucha. No más mentiras, no más cuentos chinos, no más engaños, queremos dignidad y si tenemos que pasar por encima del glorioso Partido Comunista de Chile, no les quepa una mínima sospecha que lo haremos decididos y con una sonrisa en nuestros rostros.

Cariños a los Pacos de Rojo…

Somos eterna oposición al poder y al Estado, somos luchadorxs, somos Legión…

Salud y Anarkía, y un porrito cada día.

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